Siempre he tenido unos sueños muy vívidos, y de tan reales que son en demasiadas ocasiones no se diferenciarlos de la realidad. Tal vez ahora mismo esté en un sueño tan logrado que pase por real, o quizá viva entre varios mundos para aprovechar mejor el tiempo. Mundos que se tocan, de tal forma que lo que pasa en uno me da pistas de lo que pasa o pasará en el resto. Esta noche, en uno de ellos, una de las personas que más quiero en ambos murió. Y fue una muerte dulce, cálida. Y fue una angustia real, cortante.
Resulta desconcertante despertar con el corazón entre tenazas y descubrir que lo que muere en un mundo sigue vivo en el otro, maravilloso regalo celestial, oportunidad adicional, vida extra encontrada. Encontrada en el sentido más estricto de la palabra, y felizmente encontrada. Y al recuperarme del desconcierto, ya con el frío del agua en la cara, recuerdo que esto ya lo he vivido yo antes y que he visto tu muerte y la mia en decenas de sueños y de mundos, y sin embargo aquí estamos, insolentemente vivos una y otra vez. Apenas sin saber si más tarde, cuando muramos (¿o tal vez durmamos?), soñaremos que soñamos con sueños soñados por algún ser soñador que, a la vez, nos de sentido mientras sueñe con nosotros a la vez que nosotros le soñamos a él. Desecho la paja mental y me siento a desayunar. Tengo el vaso de leche en una mano y veo las páginas del diario menos nítidas de lo normal, como en transición. Me pongo a leer mientras en la radio suena "I have a dream" de Abba, y dándome cuenta de lo irreal de la situación, escupo la leche encima del diario de la risa. ¿Hay alguna psicóloga en la sala?
Resulta desconcertante despertar con el corazón entre tenazas y descubrir que lo que muere en un mundo sigue vivo en el otro, maravilloso regalo celestial, oportunidad adicional, vida extra encontrada. Encontrada en el sentido más estricto de la palabra, y felizmente encontrada. Y al recuperarme del desconcierto, ya con el frío del agua en la cara, recuerdo que esto ya lo he vivido yo antes y que he visto tu muerte y la mia en decenas de sueños y de mundos, y sin embargo aquí estamos, insolentemente vivos una y otra vez. Apenas sin saber si más tarde, cuando muramos (¿o tal vez durmamos?), soñaremos que soñamos con sueños soñados por algún ser soñador que, a la vez, nos de sentido mientras sueñe con nosotros a la vez que nosotros le soñamos a él. Desecho la paja mental y me siento a desayunar. Tengo el vaso de leche en una mano y veo las páginas del diario menos nítidas de lo normal, como en transición. Me pongo a leer mientras en la radio suena "I have a dream" de Abba, y dándome cuenta de lo irreal de la situación, escupo la leche encima del diario de la risa. ¿Hay alguna psicóloga en la sala?
5 comentarios
bokuden -
Matraz -
Golfo -
Lian -
Besitossssss enormesssss
Amélie Poulain -