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Bokuden

Égalité

Hastiado de la actualidad informativa monotemática en la televisión hago zapping mientras intento leer, casi como un acto reflejo. Muerte papal por aquí, muerte real por allá, boda cuasi real más allá. Uf. Mi índice continua con su labor febril mientras mis ojos se desvían cada vez más al libro. Y justo cuando ya se posan en el primer renglón la escena me hace levantar la mirada. Son unos payasos actuando, haciendo un número de lo más clásico, aunque no por ello menos gracioso. La cámara se centra en un anciano que se está descojonando. Ríe a carcajadas, convulsiona, se limpia las lágrimas. Uno no puede evitar reir cuando alguien disfruta de esa manera, llamémosle legado de la comunicación no verbal y solidaridad en la manada. Así que me río yo también, ensimismado en lo sincero de la risa del señor, tan parecida a la de un niño. Al poco reparo que en mi ensimismamiento no me había dado cuenta de que eran imágenes de archivo y ya las había visto antes, ni que el señor en cuestión era Juan Pablo II hace algun tiempo. Más conmovido por ese momento que por todo su papado, pienso que es maravilloso que haya algo que nos une e iguala a todos además de la muerte: la risa.

4 comentarios

bokuden -

Seguro que sí. Si ellos no encuentran a la risa, la risa los encontrará a ellos.

JANICE -

......UNA MUESTRA MAS DE QUE LAS DIFERENCIAS EXTERNAS SOLO CUBREN LO IGUALES QUE SOMOS POR DENTRO......

Buit d'estels -

Cuando uno ríe desde dentro, ríe desde el alma, quizá a ellos se les enmudeció el alma. Dicen que dejar de reír te acerca sigilosamente hacia la muerte, creo que es verdad, aunque sea una muerte en vida. !A reir todos!

Amélie Poulain -

Es una buena conclusión, aunque empiezo a creer que a algunos, se les olvidó lo que era la risa en alguna parte. Esperemos que la encuentren.