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Bokuden

Aquí y allá

Aquí y allá "Vagando por el Quai de Célestins piso unas hojas secas y cuando levanto una y la miro bien la veo llena de polvo de oro viejo, con por debajo unas tierras profundas como el perfume musgoso que se me pega en la mano. Por todo eso traigo las hojas a mi pieza y las sujeto en la pantalla de una lámpara. Viene Ossip, se queda dos horas y ni siquiera mira la lámpara. Al otro día aparece Etienne, y todavía con la boina en la mano, Dis donc, c'est épatant, ça!, y levanta la lámpara, estudia las hojas, se entusiasma, Durero, las nervaduras, etcétera.

Una misma situación, dos versiones... me quedo pensando en todas las hojas que no veré yo, el juntador de hojas secas, en tantas cosas que habrá en el aire y que no ven estos ojos, pobres murciélagos de novelas y cines y flores disecadas. Por todos lados habrá lámparas, habrá hojas que no veré.
(...)
Ossip no vió las hojas secas en la lámpara simplemente porque su límite está más acá de lo que significaba esa lámpara. Etienne las vió perfectamente, pero en cambio su límite no le dejó ver que yo estaba amargo y sin saber qué hacer por lo de Pola. Ossip se dió inmediatamente cuenta, y me lo hizo notar. Así vamos todos.

Imagino al hombre como una ameba que tira seudópodos para alcanzar y envolver su alimento. Hay seudópodos largos y cortos, movimientos, rodeos. Un día eso se fija (lo que llaman la madurez, el hombre hecho y derecho). Por un lado alcanza lejos, por otro no ve una lámpara a dos pasos. Y ya no hay nada que hacer, como dicen los reos, uno es favorito de esto o de aquello. En esa forma el tipo va viviendo bastante convencido de que no se le escapa nada interesante, hasta que un instantáneo corrimiento a un costado le muestra por un segundo, sin por desgracia darle tiempo a saber qué,

le muestra su parcelado ser, sus seudópodos irregulares,

la sospecha de que más allá, donde ahora veo el aire limpio,

o en esta indecisión, en la encrucijada de la opción,

yo mismo, en el resto de la realidad que ignoro

me estoy esperando inútilmente."

Rayuela, de Julio Cortazar. "Capítulo" 84. Para leer gratis la novela, es una buen idea pinchar aqui.

De tanto en tanto al leer algo te das cuenta de que tú antes habías pensado de forma parecida... aunque sin duda jamás podría haberlo expresado mejor. En ese libro hay toneladas de buena literatura. He dicho.

3 comentarios

bokuden -

Bienvenida, Gabriela :)
Lian, te lo recomiendo; besotes ;)

Lian -

Los libros son el fiel reflejo de las mentes, aunque de una forma perfectamente expresadas.

Tendremos que echar un vistazo a ese libro.

Besitos :)

Gabriela -

Lo digo tambien. Cien veces