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Bokuden

Amistad

Amistad Maus, de Art Spiegelman, es el relato en forma de cómic de un superviviente de los campos de concentración nazis, el padre del autor. Recuerdo este diálogo:

-¡Artie! Ven y aguanta esto un momento mientras yo sierro. ¿Por qué lloras Artie? Sujeta mejor la madera.

-Me he caído y mis amigos se han ido patinando sin mí.

-¿Amigos? ¿Tus amigos? Enciérralos juntos en una habitación sin comida durante una semana ¡y entonces entenderás qué son los amigos!

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Llegaron dos madres por separado con sus respectivos hijos a mi trabajo. Una de mis compañeras y yo les atendimos y se fueron casi al mismo tiempo. Pero tardaron algo más de tiempo en salir. Los niños no querían irse.

Habían estado solas casi cinco minutos sin dirigirse la palabra. A los niños les había bastado dos minutos y un papel en el suelo para jugar y hacerse amigos inseparables.

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Una estudiante de biología que conozco me contó una vez una crueldad innecesaria que tuvo que hacer en unas prácticas de la carrera. Se trataba de ver el papel de los neurotransmisores en el estado anímico de los seres vivos, y para ello se inventó un sistema sencillo a la par que eficiente. A un grupo de ratones se les administraba antes de la prueba un antidepresivo, y al otro grupo nada en absoluto. Se iban metiendo uno a uno en un recipiente con agua, sin posibilidad alguna de fuga, de tal manera que los animales lo único que podían hacer era nadar... o morir. Se trataba precisamente de eso, de cronometrar el tiempo que nadarían sin caer en la desesperación. Contrariamente a lo que yo creía, parece ser que los animales no siempre luchan hasta el último aliento, y los ratones sin antidepresivo caían fácilmente en la desesperanza. Una vez dejaban de nadar, se apuntaba el tiempo y se les rescataba... tal vez para otros fines. Los que tenían administrado el antidepresivo duraban bastante más, lo suficiente como para aburrir a los estudiantes y sacarlos antes de rendirse.

Mi conocida me contó cómo (para acelerar el proceso), cuando no estaba presente la profesora, en su grupo metían a los ratones de dos en dos. Sólo lo hicieron una vez, cuando vieron que dos ratones sin antidepresivo juntos nadaban y nadaban sin parar como conejitos duracell, por razones que quizá sean difíciles de captar por este estúpido experimento.

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"Amaos los unos a los otros como yo os he amado"

Jesucristo a sus amigos

"Los amigos nos conocen en los tiempos de la abundancia. Nosotros los conocemos en las dificultades."

Anthony Collis

Sin la amistad, el mundo es un desierto.

Sir Francis Bacon

La amistad comienza donde termina o cuando concluye el interés.

Marco Tulio Cicerón

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Hay gente que dice que no es posible la amistad entre hombres y mujeres. No estoy en absoluto de acuerdo. Mi abuela y yo somos grandes amigos.

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De pequeño, cuando me decían en casa que me había venido a buscar un amigo preguntaba ¿cuál de ellos? Todos eran amigos y aquello tenía visos de durar toda la vida. Naturalmente me equivocaba. A medida que han ido pasando fases de mi aún corta vida han desaparecido de la faz de la tierra muchos de los que consideraba mis mejores amigos/as. La inmensa mayoría a decir verdad. Algunos han ido distanciándose, poco a poco o de golpe, otros se han ido (utilizando por desgracia todas las acepciones de la expresión). Me avergüenza decir que yo mismo he colaborado en ocasiones con ese proceso infame de destrucción de una amistad, simplemente por despecho. "¿Para qué voy a llamar, si nunca me llama a mi?".

El resultado, una agenda cada vez menos poblada por números de teléfono y a la vez una mayor seguridad en lo que ha quedado. Los restos de una antigua civilización, sobre la que se han cimentado nuevas relaciones que sólo el tiempo sabe dónde irán a parar. Espero que más alto, más lejos, más fuerte. Al fin y al cabo yo creo en la amistad, y aunque ese credo no atraiga la felicidad al menos te libra del odio a lo perdido.

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Todas estas ideas inconexas (y más) circulaban el viernes por mi mente, mientras invertía mi tiempo de relax en exprimirme el limón con mi habitual melancolía autocompasiva. Al día siguiente, la vida me tenía preparada una sorpresa.

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Anónimo -