Sant Jordi
Teníamos 17 años, pero lo recuerdo como si hubiera sido esta misma mañana. Yo estaba sentado en un banco esperándote donde siempre y te veía venir a lo lejos, con tus rizos angelicales delatándote entre la multitud. El tiempo se estiraba como chicle cuando te acercabas con aquellos andares seguros, aquel mecer de caderas inimitable que siempre me hacía sonreir. Una vez llegaste, aún me quedé contemplándote unos segundos ensimismado y sólo te dije hola cuando tu me lo dijiste al mismo tiempo que apoyabas tu mano izquierda en tu cadera. Me levanté, te bese y comenzamos a caminar.
- ¿Te has fijado cuánta gente vendiendo rosas y libros? ¿Qué pasará hoy?
- No te hagas el tonto, sabes perfectamente que día es hoy. Otra cosa es que no me hayas comprado una rosa.
- Jaja! toma anda.
- ¿Y esto que es?
Eran unas semillas de rosal. Ante tu cara extrañada te dije que gracias a ellas y un poco de cuidados y cariño, podrías tener miles de rosas ante tus ojos sin tener que cortar jamás ninguna. ¿Qué mejor regalo te podía dar? pensé orgulloso. Tras un momento de reflexión, sonreiste y me besaste complacida. Acto seguido, te pusiste a rebuscar en el bolso.
-Yo también tengo un regalo para tí, un regalo especial como el tuyo. Te regalaré algo mejor que un libro, te voy a regalar algo con lo que los dos podremos leer los mejores libros del mundo. Toma -me dijiste con una sonrisilla que se fue tornando picarona mientras depositabas en mi mano el regalo, y yo miraba entre divertido y asombrado que se trataba de un boli. Un boli Bic.
- ¿Te has fijado cuánta gente vendiendo rosas y libros? ¿Qué pasará hoy?
- No te hagas el tonto, sabes perfectamente que día es hoy. Otra cosa es que no me hayas comprado una rosa.
- Jaja! toma anda.
- ¿Y esto que es?
Eran unas semillas de rosal. Ante tu cara extrañada te dije que gracias a ellas y un poco de cuidados y cariño, podrías tener miles de rosas ante tus ojos sin tener que cortar jamás ninguna. ¿Qué mejor regalo te podía dar? pensé orgulloso. Tras un momento de reflexión, sonreiste y me besaste complacida. Acto seguido, te pusiste a rebuscar en el bolso.
-Yo también tengo un regalo para tí, un regalo especial como el tuyo. Te regalaré algo mejor que un libro, te voy a regalar algo con lo que los dos podremos leer los mejores libros del mundo. Toma -me dijiste con una sonrisilla que se fue tornando picarona mientras depositabas en mi mano el regalo, y yo miraba entre divertido y asombrado que se trataba de un boli. Un boli Bic.
9 comentarios
bokuden -
Golfo -
bokuden -
Buit d'Estels -
bokuden -
Lian: ¡Ya casi no se te ve el pelo! Y a mi me encanta que te encante.
Amélie: Uhm... en parte, en parte. Pero no tiene toda la culpa, ni mucho menos.
Buit d'Estels: Ni idea, ella fue tan lista que cortó el contacto conmigo para siempre llegado un determinado momento jajaja. Nadie nos pertenece, salvo en el recuerdo.
Buit d'Estels -
Amélie Poulain -
Lian -
Besitos
Saf -
Saf ;-))