Escribir. Ver la hoja en blanco en la hora más oscura de la noche y sentir un impulso irrefrenable de llenarla de sensaciones, de pulsos a la mañana, de ganas de plasmar en absoluto atenuadas por el exceso de alcohol sino más bien al contrario, acentuadas por una imparable obligación de decir (nada) sin decir( nada de nada de nada), para variar, pero eso sí, con muchas, muchísimas palabras. Llenar las dos de la mañana de pareceres angostos, de metáforas no conseguidas, de hipérboles demasiado hiperbólicas, casi parabólicas (para bolicas las mías, ya ves tú que gracia la inspiración del lambrusco) , como temiendo acabar de enlazar una palabra con otra, imponiendo un ritmo trepidante al escrito por miedo de la más mínima pausa en la que...
Continuar. Sentir que la pluma es aguja y el papel tejido y coser, coser por coser, introduciendo de tanto en tanto un defecto intencionado como en las alfombras persas- y cincuenta no intencionados, pero sin mirar atrás, sin prisa pero sin pausa. Fluir en zig-zag por el espacio restante condensando en palabras todo (nada) lo que me sugiere el momento (cero, nothing). Aprovechar que la noche es lluviosa y acompaña, que estoy en un estado de duermevela entre la razón y el sueño, que puedo a l a r g a r de esta forma las ideas según convenga, aunque desgraciadamente no tenga ninguna. Claudicar y releer lo escrito. Ceder cada vez más espacio a la parada estéril al darme cuenta de que el punto y aparte ha sido demasiada pausa para tan poco ritmo, Agotar poco a poco la tinta a ciegas, a sabiendas de que cuando se me acabe, al igual que se acabo la cena con los amigotes y la bebida, aún quedará tu falta y tu recuerdo en el espacio en blanco y fuera de él. Y no habrá nada con que cubrirlo.
Continuar. Sentir que la pluma es aguja y el papel tejido y coser, coser por coser, introduciendo de tanto en tanto un defecto intencionado como en las alfombras persas- y cincuenta no intencionados, pero sin mirar atrás, sin prisa pero sin pausa. Fluir en zig-zag por el espacio restante condensando en palabras todo (nada) lo que me sugiere el momento (cero, nothing). Aprovechar que la noche es lluviosa y acompaña, que estoy en un estado de duermevela entre la razón y el sueño, que puedo a l a r g a r de esta forma las ideas según convenga, aunque desgraciadamente no tenga ninguna. Claudicar y releer lo escrito. Ceder cada vez más espacio a la parada estéril al darme cuenta de que el punto y aparte ha sido demasiada pausa para tan poco ritmo, Agotar poco a poco la tinta a ciegas, a sabiendas de que cuando se me acabe, al igual que se acabo la cena con los amigotes y la bebida, aún quedará tu falta y tu recuerdo en el espacio en blanco y fuera de él. Y no habrá nada con que cubrirlo.
7 comentarios
bokuden -
beca -
besos
Amélie Poulain -
ana -
Me encanta q sigas ahí ;0)
Saf -
Saf ;-))
DuNa -
Lian -
Un besazo guapetónnnnnnnnn