Blogia
Bokuden

Pensamientos, opiniones y hechos

Por pedir que no quede

Pedía más y más cosas a la vida, pero un día me di cuenta de que la vida nunca me había pedido nada.

Mi domingo

Siento el canto tímido de los pájaros alrededor de mi posición y también justo encima, en las ramas de este árbol bajo el que me he sentado a leer. Apoyado en su tronco degusto el olor de tierra y de hierba mojada que ha traido meciendo la brisa fría de esta mañana de febrero. El ambiente está saturado de humedad, se huele y casi se palpa, y las nubes permiten el paso del sol a ratos, haciendo que mis pupilas se dilaten y se contraigan alternativamente. Probablemente lloverá esta tarde. Oigo pasos y al cabo de unos segundos veo en segundo plano mientras leo a un anciano pasar ante mi montado en bici. Un ruido silbante. De golpe, a gran velocidad, dos trenes se acercan de frente allá a lo lejos. Levanto la vista del libro, con expectación. Pero justo cuando parece que el choque es inevitable, se superponen y siguen avanzando, llegando a estar unidos a la vista totalmente durante un sólo instante para luego proseguir cada uno su camino, a gran velocidad y sin mirar atrás. El señor de la bici también se ha quedado mirando el espectáculo.

Y mientras la escena recupera su tranquilidad, bajo la vista al libro pensando en lo que me dijiste anoche. Pensando que tal vez existan más Penélopes en los libros, pero en el mundo que perciben nuestros sentidos hay sin duda mucha más poesía.

De personas y cubos

"... y entonces el alumno dijo a su maestro 'maestro, ya me has enseñado todo lo que me puedes enseñar, que ha sido mucho; ahora ya puedo decir que soy como tu un sabio y no hay nada en este mundo que ya no sepa, pues he alcanzado la iluminación. Partiré a enseñar a todos la verdad.'. Al oir esto, el maestro sonrió. 'De acuerdo- dijo- , ahora partirás y verás mundo, y enseñarás lo que consideres oportuno enseñar. Pero antes déjame que te pida un favor.'

Y el alumno aceptó. ¿Qué otra cosa podría hacer? Le debía mucho a su maestro, que lo había acogido como a un hijo desde pequeño. Ayudaría por compasión a ese pobre hombre anciano y luego se iria, sin apegos. 'Bien, hijo, sabía que no me defraudarías. Verás, en primer lugar necesito que me traigas un cubo'. Algo extrañado por la petición, el alumno obedeció. '¿Y ahora, maestro?'. 'Ahora me gustaría que llenaras ese cubo de piedras del tamaño de un puño mas o menos' Y así lo hizo. 'Estupendo. ¿Podrías meter más piedras en ese cubo?' 'No, maestro, está lleno'. Y el anciano cogió del suelo piedras más pequeñas y las fué metiendo en el cubo, aprovechando los huecos inevitables dejados por las piedras más grandes. Miró a su extrañado alumno '¿Está ahora lleno?'. 'Sí, maestro, ciertamente ahora sí está lleno'. Y el maestro cogió del suelo arena y la dejo caer lentamente sobre el cubo, y la arena fué colandose entre los huecos minúsculos que aún quedaban. Cuando hubo acabado, preguntó de nuevo a su alumno '¿Está ahora lleno?'. 'Sí maestro, sin duda ahora sí está lleno. Nada más podría caber en él'. Y el anciano cogió un jarro de agua, y lentamente lo echo sobre el cubo, mirando fijamente a su alumno mientras el agua se colaba por cada uno de los resquicios que la arena había dejado, invisibles, sonriendo mientras lentamente abría la boca para pronunciar las palabras que más enseñarían jamás a su alumno.

'¿Y nosotros? ¿Estamos llenos?' "

*-*-*

Colgados de las paredes del dojo, los retratos de los grandes maestros presidían cada una de las clases, testigos mudos de una larga tradición que desembocaba en cada uno de los practicantes que allí acudían. Uno no podía evitar sentir algo de orgullo, felicidad y admiración al recordar cada una de sus historias, al recordar cada uno de sus nombres. Al saber que aún sin ser conocidos por casi nadie, sin duda habían hecho más por su entorno que los supuestos grandes personajes que nos venden los medios. Y han pasado a la historia de boca en boca, de leyenda en leyenda, de practicante a practicante, de corazón a corazón. Así debía ser.

Frente a sus imágenes los practicantes meditaban en seiza los últimos minutos de la clase, justo antes de finalizar, justo después de haber hecho un tributo desinteresado en forma de sudor a la tradición que representaban, a los maestros que les observaban desde los retratos. Y luego, junto al profesor, hablaban sobre un tema o escuchaban una historia o leyenda. Cómo no, casi siempre las mejores historias eran las sacadas de la vida misma. Y cada uno de los practicantes contaban una historia, aunque no la tuvieran. Y cada uno de los practicantes tenía su historia, aunque no la contaran.

F. era uno de esos practicantes que no contaban su historia, aunque no era necesario. Cada uno de los demás practicantes la conocía. Iba a practicar siempre que podía y ponía toda su alma en cada práctica. Y eso, aunque admirable, no sería nada raro de no ser por un pequeño detalle. F. vivía en el filo de la navaja, entre la vida y la muerte. F. vivía desde hacía cosa de un año en ese doloroso combate a muerte que muchos llaman cáncer.

¿Para qué contar cómo murió? Mejor contar cómo vivió, recordarlo siempre tal como fue hasta el último momento. Recordarlo bebiendo y comiendo exageradamente en las excursiones. Recordarlo hablando con tranquilidad sobre los diagnósticos y tratamientos, sobre sus expectativas y posibilidades, como quien habla de ir a buscar castañas. Recordarlo practicando vaya usted a saber con que fuerzas tras la quimio y la radio. Practicando simplemente "porque me ayuda, hace que me sienta vivo". Recordarlo riéndose de su situación, diciendo que no hay mal que por bien no venga "así adelgazaré un poco"; haciendo que los demás entraran en tu juego, minimizando el problema, sacándole hierro "tu y yo no somos tan diferentes, F. Los dos sabemos que podemos morir en cualquier momento y eso hace que disfrutemos más de cada momento, sólo que tu lo tienes más presente".

Decía Don Juan Matus que un guerrero no se abandona nunca a nada, ni siquiera a su propia muerte. F. jamás lo hizo, luchó hasta el último momento sin desesperación, sin caer en el lamento fácil, sin hacer sufrir a los que le rodeaban más de lo necesario. Consiguió, más consciente de su brevedad que la mayoría de la gente, llenar de vida su vida, y las de sus allegados. Ante la imposibilidad de aplazar lo inevitable consiguió hacer de cada minuto El minuto. Y llegado el momento de partir, partió. Sin más.

Colgadas de las paredes del dojo, los retratos de los grandes maestros presidían cada una de las clases. Colgadas en un corcho en el vestíbulo, las fotos de alguna excursión a la montaña de los alumnos. Gracias, F., por recordarme qué es un maestro.

Hace mucho tiempo, había un grupo de amigas que aprovechaban el poco tiempo que tenían fuera de sus labores en el campo y en su casa para reunirse y jugar. En aquellos tiempos no habían juguetes del tipo que hoy conocemos, y aunque así hubiera sido, su humilde condición campesina les habría impedido costearselos. Pero ni falta que les hacía. Un niño es un superviviente nato, incluso para los juegos. Nadie sabrá nunca el cómo ni el porqué, pero de aquel grupo de chicas surgió un nuevo lenguage.

Carpetazo

Deja un sabor agridulce ver feliz a esa persona a la que uno no supo/pudo hacer feliz. Es en parte alivio y en parte impotencia, en parte miel y en parte sal sobre las heridas. Ahora mismo pensaba riéndome que ni todo el zen, ni toda la filosofía del mundo sirven de nada cuando el corazón se pone tonto, Javi. Ya lo ves, la teoría es muy bonita pero... Aunque lo pensaba riéndome, es todo un avance.

Hace días ya que los recuerdos desfilan ante mis cada vez menos concentrados en esta realidad ojos. De tanto en tanto alargaba la mano como quien quiere coger una trucha sin calcular la refracción aunque sea instintivamente. ¿Ves idiota? Se te escapa porque la ves donde no está realmente, tus sentidos te engañan. Hasta los osos lo saben (¿hasta? ya quisieras saber la mitad que un oso, tonto). Además, la jodida trucha es más rápida que tu, por no hablar de lo que resbala. Y así, hablando conmigo mismo y dándome de tanto en tanto una cariñosa colleja, me di cuenta de dos cosas: que hablo demasiado y que la refracción del tiempo es demasiado grande. Ni un oso podría cazar una trucha del pasado.

Pero la Verdad, esa eterna mentirosa, me devuelve (como no) a mi sitio. Nos devuelve a nuestro sitio, L. La Verdad, esa puñetera esquirlilla de hielo, me hace ver lo tonto que soy, apegándome en mi recuerdo a la gente que he querido ( y quiero, de verdad, de otra manera) como si no pudiera seguir adelante. Y los dos sabemos que si hay algo que de veras sabemos en este mundo es seguir adelante. Lo nuestro es pasar.

Tal vez todo este "Hasunto" sepa empalagosamente agridulce. De hecho así lo veo, empalagosa y melodramáticamente agridulce. Pero de la misma forma que te deseo lo mejor, te digo que en el momento de escribir estas últimas lineas apenas noto gusto alguno. Salvo, quizá, un leve aunque agradable y goloso sabor a yemas. Por algo se empieza. ;)

sueño

Ayer tuve un sueño extraño. Soñé con una calle larga y gris que se extendía hasta tocar el horizonte, una calle que nunca antes había visto, con hileras de árboles a los lados, en las aceras. Escogí una dirección y comence a caminar, y al poco rato me dí cuenta de que no había salida, no habían calles perpendiculares a esa; era una calle contínua e infinita al menos en apariencia. Nadie la recorría, ni gente, ni coches, ni animales. Sólo árboles, árboles enormes, baobabs grises que contemplaban mi marcha con curiosidad. Y entonces, noté que el suelo se hundía bajo mis pies, como si estuviera pisando barro el asfalto se derrumbaba, y yo apenas tuve tiempo para pensar en aquellas raices que dejaba entrever al desaparecer, sólo corría sin mirar a dónde, hacía la única dirección que podía, hacia adelante, siempre hacía adelante sin mirar atrás.

Y de golpe, de esa forma que sólo sucede en los sueños, sin saber cómo, estaba en una plaza al final de aquella calle (¿cómo podía yo saber que aquello era el final?). Ardían coches amontonados en una gigantesca pira a la que un grupo de niños echaban gasolina, ruedas y todo lo que encontraban en aquel suelo lleno de suciedad, que parecía más propio de un vertedero que de una plaza donde seguramente jugaban aquellos niños. Al verme, los niños salieron corriendo y fué entonces cuando me dí cuenta de que eran tullidos, a cada uno le faltaba una extremidad. No me costó mucho seguirles a escondidas, quería saber qué significaba todo aquello. Los encontré de nuevo con mucha más gente en una especie de jardín donde crecía un grupo de árboles diferentes, del que reconocí un abeto, un ciprés, un pino, una higuera y un eucalipto, entre otros. La gente danzaba entre los árboles, bebía sin cesar
Pero los arboles ya no querian hablar con la gente.

Amistad

Amistad Maus, de Art Spiegelman, es el relato en forma de cómic de un superviviente de los campos de concentración nazis, el padre del autor. Recuerdo este diálogo:

-¡Artie! Ven y aguanta esto un momento mientras yo sierro. ¿Por qué lloras Artie? Sujeta mejor la madera.

-Me he caído y mis amigos se han ido patinando sin mí.

-¿Amigos? ¿Tus amigos? Enciérralos juntos en una habitación sin comida durante una semana ¡y entonces entenderás qué son los amigos!

*

Llegaron dos madres por separado con sus respectivos hijos a mi trabajo. Una de mis compañeras y yo les atendimos y se fueron casi al mismo tiempo. Pero tardaron algo más de tiempo en salir. Los niños no querían irse.

Habían estado solas casi cinco minutos sin dirigirse la palabra. A los niños les había bastado dos minutos y un papel en el suelo para jugar y hacerse amigos inseparables.

**

Una estudiante de biología que conozco me contó una vez una crueldad innecesaria que tuvo que hacer en unas prácticas de la carrera. Se trataba de ver el papel de los neurotransmisores en el estado anímico de los seres vivos, y para ello se inventó un sistema sencillo a la par que eficiente. A un grupo de ratones se les administraba antes de la prueba un antidepresivo, y al otro grupo nada en absoluto. Se iban metiendo uno a uno en un recipiente con agua, sin posibilidad alguna de fuga, de tal manera que los animales lo único que podían hacer era nadar... o morir. Se trataba precisamente de eso, de cronometrar el tiempo que nadarían sin caer en la desesperación. Contrariamente a lo que yo creía, parece ser que los animales no siempre luchan hasta el último aliento, y los ratones sin antidepresivo caían fácilmente en la desesperanza. Una vez dejaban de nadar, se apuntaba el tiempo y se les rescataba... tal vez para otros fines. Los que tenían administrado el antidepresivo duraban bastante más, lo suficiente como para aburrir a los estudiantes y sacarlos antes de rendirse.

Mi conocida me contó cómo (para acelerar el proceso), cuando no estaba presente la profesora, en su grupo metían a los ratones de dos en dos. Sólo lo hicieron una vez, cuando vieron que dos ratones sin antidepresivo juntos nadaban y nadaban sin parar como conejitos duracell, por razones que quizá sean difíciles de captar por este estúpido experimento.

***

"Amaos los unos a los otros como yo os he amado"

Jesucristo a sus amigos

"Los amigos nos conocen en los tiempos de la abundancia. Nosotros los conocemos en las dificultades."

Anthony Collis

Sin la amistad, el mundo es un desierto.

Sir Francis Bacon

La amistad comienza donde termina o cuando concluye el interés.

Marco Tulio Cicerón

****

Hay gente que dice que no es posible la amistad entre hombres y mujeres. No estoy en absoluto de acuerdo. Mi abuela y yo somos grandes amigos.

*****

De pequeño, cuando me decían en casa que me había venido a buscar un amigo preguntaba ¿cuál de ellos? Todos eran amigos y aquello tenía visos de durar toda la vida. Naturalmente me equivocaba. A medida que han ido pasando fases de mi aún corta vida han desaparecido de la faz de la tierra muchos de los que consideraba mis mejores amigos/as. La inmensa mayoría a decir verdad. Algunos han ido distanciándose, poco a poco o de golpe, otros se han ido (utilizando por desgracia todas las acepciones de la expresión). Me avergüenza decir que yo mismo he colaborado en ocasiones con ese proceso infame de destrucción de una amistad, simplemente por despecho. "¿Para qué voy a llamar, si nunca me llama a mi?".

El resultado, una agenda cada vez menos poblada por números de teléfono y a la vez una mayor seguridad en lo que ha quedado. Los restos de una antigua civilización, sobre la que se han cimentado nuevas relaciones que sólo el tiempo sabe dónde irán a parar. Espero que más alto, más lejos, más fuerte. Al fin y al cabo yo creo en la amistad, y aunque ese credo no atraiga la felicidad al menos te libra del odio a lo perdido.

******

Todas estas ideas inconexas (y más) circulaban el viernes por mi mente, mientras invertía mi tiempo de relax en exprimirme el limón con mi habitual melancolía autocompasiva. Al día siguiente, la vida me tenía preparada una sorpresa.

Amistad (y 2)

Me levanté tarde, desayuné lo que primero pillé y me vestí, aunque no recuerdo el orden exacto de estas acciones. Y justo cuando acabé, ni un minuto antes ni después, sonó el timbre de la puerta como si hubiera cronometrado mis tiempos. Había algo de irreal en la escena, en el ambiente. Casi lo podía oler en el aire. Abrí la puerta y todo me pareció mas irreal todavía.

F y yo nacimos con escasos 14 días de diferencia (yo soy el mayor, y siempre lo seré) y con unos 30 metros de separación entre nuestras casas. Crecimos juntos y, aunque siempre hemos sido radicalmente diferentes, siempre nos hemos llevado bien. La vida nos arrastra, y nosotros no somos una excepción, así que poco a poco nos fuimos distanciando hasta que en un determinado momento perdí su pista totalmente. Más tarde supe de mano de su madre que se había casado y tenía un hijo, y que estaba viviendo en Granada. Les desee felicidad y prosperidad, claro. Fin del expediente. Salvo que ahora estaba en mi puerta.

Mi primera reacción en lugar de decir hola fué decirle que pasara, como siempre había hecho durante años. Pero me dijo que prefería tomar algo por ahí, así que eso hicimos. Tras las preguntas de rutina hacia mi (sabe que no soy muy hablador y que no suelo contar mis problemas, si los hubiera) llegamos al meollo de la cuestión. "¿Y tú? ¿Qué es de tu vida?". La vida no lo había tratado bien, y desde que se casó todo había ido de mal en peor. Es el mejor resumen que puedo hacer de algo privado. El resultado, había vuelto de nuevo aquí, a empezar de nuevo, en trámites de divorcio, con un hijo al que no podía ver y sin nadie, salvo sus padres, su psicóloga y sus antiguos amigos... los que quedaban. Me pareció una historia tan triste que le dije que sería ideal dar una vuelta. Ayudan a despejarse, y lo tengo por costumbre cada mañana.

Y paseamos por nuestro barrio, donde tantas aventuras habíamos compartido, y las historias de nuestros recuerdos salían una tras otra, y se enlazaban y complementaban. Nosotros, que habíamos sido diferentes y ahora eramos tremendamente diferentes. Dos venticincoañeros que parecían ancianos en aquellas calles tan distintas de cuando eramos enanos, recuperando pedazos de nuestra infancia, riendo de las ideas de bombero que teníamos. Descubriendo que nada había cambiado. Que la amistad no se diluye, sólo espera.

-¿Qué es para ti un amigo, F.? -pregunté, mirando al parque donde nos criamos.

-Puessss... no se. Supongo que un amigo es lo que queda cuando todo se va al carajo.

Una opinión personal corroborada

Si le dices a alguien lo perfecto que es, inefablemente empezará a mostrarte sus imperfecciones casi al instante.

En consecuencia...

La noticia dice así, más o menos:

"En virtud de una ordenanza municipal barcelonesa del pasado mes de enero, el Gran Circo Mundial, que acaba de abrir sus puertas dentro de la plaza de toros Monumental de Barcelona, ha tenido que suprimir todos sus números de fieras."

Según el concejal Jordi Portabella, presidente del Consell Municipal de Protecció dels Animals, y uno de los ideólogos de la ordenanza municipal, "se prohíbe utilizar animales en espectáculos y otras actividades siempre que se le pueda ocasionar sufrimiento, trato antinatural, burlas, etcétera, pues nuestro objetivo es conseguir el máximo respeto y protección para los animales..."

Y yo no entraré en si esto es una buena noticia o una mala noticia, no me corresponde juzgar a nadie. Personalmente prefiero lo que sea mejor para los animales, pero ¿qué es lo mejor? Simplemente me pregunto la razón por la cual sigue abierto el zoo de barcelona, el acuario, etc si se ha de aplicar esta normativa, e inmediatamente mi mente malpensada (piensa mal y te quedarás cortísimo, dice mi abuela) y maquiavelica me susurra "dinero, ¿qué si no?". Y es que es, hoy día, casi causa primera, alfa y omega. ¿Qué le vamos a hacer?

Afortunadamente, sigo leyendo y el noble concejal despeja todas mis dudas:

" En cuanto a que la norma no prohiba los números circenses con cualquier tipo de animales (como sucede en algunos países, o en Buenos Aires) o las carreras de galgos, afirma: 'Hemos llegado a lo máximo que nos permite el ordenamiento jurídico. La voluntad es que no haya animales en los espectáculos'.

¿Vale eso también para los delfines del zoo que usted preside? 'Bueno -responde Portabella-, me refiero a los espectáculos que decía antes, los que causen a los animales algún tipo de sufrimiento, degradación...'. "

Ahhhhhh! Acabáramos. Tal vez debieramos meter al señor Portabella una temporadita en el zoo como inquilino. Sólo para saber si los animales se sienten degradados y sufren, puro empirismo. Llamádme radical si quereis, algunos lo llaman método científico.

¡Ya tengo epitafio!

¡Ya tengo epitafio! El epitafio: esa vanidad post-mortem. En realidad, he expresado a todos mis familiares mi deseo de ser incinerado cuando muera y que con mis cenizas se haga algo higienico despues de haber sustraido mis órganos útiles, así que no tendré lugar donde colocarlo. Pero es que esta tarde, se me ha ocurrido esa frasecilla póstuma que siempre me ha fascinado en otros. La mía diría así:

Aquí llace Javier XXXX XXXX. Vivió. Durmió. Soñó. No necesariamente en ese orden.

Y me quedaría tan ancho. Hasta que me pudriera, claro. :)

Una duda

Cuando no escribo, nunca se si es por falta de ganas o porque no me da la gana. Tal vez sea otra cosa.

Llamalopop.com, una alternativa a la SGAE

Llamalopop.com, una alternativa a la SGAE No puedo hacer otra cosa que apoyar y aplaudir desde aquí iniciativas como ésta de los creadores de llamalopop.com . La verdad es que leyendo artículos como éste , donde un grupo musical denuncia la situación a la que muchos se ven sometidos por la Sociedad General de Autores de España (SGAE) (la misma que nos cobra un canon por cada CD para grabar que compramos, no sea que lo usemos para piratear sus discos... por cierto ¿quien dice que el disco a piratear sea de alguien perteneciente a la SGAE? ¿Y si no es para piratear? en fin, eso es otro tema),no es difícil entender porqué un grupo de músicos se reunen y hacen lo que más les gusta, música, y la distribuyen GRATUITAMENTE desde esa misma página.

Tal como leeis, el disco es gratuito y se puede descargar en la misma dirección del link que he puesto arriba. En estos momentos lo estoy descargando, y aunque sospecho que no será mi estilo de música ya os comentaré que tal. Pero la idea es buenísima. ¿No os parece?

PD: El mismo grupo que se queja en el artículo que os he linkado sobre el trato de la SGAE, Angeles & Melker Co pone a vuestra libre disposición el tema "Amor por internet" , que podeis descargar por ejemplo desde aquí

PD2: Vaya, parece que hay más de esto por la red. Otro ejemplo: lamundial.net . A saber cuantos más habrá...

Wanadoo, nunca mais

BOKUDEN vs WANADOO, acto 1 (y espero que último, aunque me temo que no). Para que sepais a qué operadora no conviene elegir.

Señores:

Mi referencia de cliente es, según la carta que acabo de leer: XXXXXXXXXXXX. En ella se me relata una bonita historia según la cual yo debo 23.08 € a esta compañía [Wanadoo]; me encantaría saber en concepto de qué, ya que no me consta. Personalmente, y bajo la dirección de sus amables operadoras (que únicamente podían resolver mi situación manteniéndome media hora en un teléfono 902 preguntando varias tonterias como los motivos para abandonar su compañía a lo que respondí un "por que yo lo valgo", pero que al final no podían darme otra solución que el fax), cancelé sus servicios mediante un fax enviado hace más de un año (por cierto, durante ese año no he recibido ninguna otra comunicación, así que ustedes no se han puesto "nuevamente en contacto conmigo", sino por primera y única vez; un año es muchisimo tiempo, ¿no creen? ¿esperaban que perdiera algo quizá?) con acuse de recibo que aún guardo en mi poder, por si acaso ustedes alegaban la pérdida del mismo o su envio accidental a Mongolia. Al mes siguiente, fue cobrado un recibo a mi cuenta que naturalmente, habiendo avisado con anterioridad de mi baja, procedí a devolver, además de comunicar a mi entidad bancaria que no pasaran más recibos de su parte, ya que había contratado los sevicios de otra compañía más competente, al menos de momento.

Digo todo esto por si acaso va por ahí el asunto, conociendo sobradamente y por otros usuarios a través de diferentes medios (centenares de afectados, por cierto) los maravillosos métodos de su compañía. Les recuerdo, sobre la amenaza de incluir mis datos en los ficheros de acceso público de información de créditos (conocidos vulgarmente como listas de morosos, y que por cierto cada vez tienen menos transcendencia gracias a compañías como la suya), que dicha inclusión no sólo es evitable por su parte (contrariamente a lo que ustedes dicen) sino que además es muy recomendable que no se realice, ya que sin mi autorización no tendré más remedio que informar a protección de datos, y otras asociaciones como la OCU, etc y tomar las medidas legales que estime oportunas. Me consta que existen precedentes económicamente dolorosos. Y de paso aprovecho para solicitar la eliminación de mis datos de las bases de datos de su compañía, según se recoge en la LOPD (15/1999 de 13 de Diciembre (creo, no soy un experto), ya que al parecer no le quieren dar un buen uso. Naturalmente, enviaré también esta solicitud por canales más físicos, digamos.

Por supuesto, no duden ustedes de que me uniré con amplia participación a la campaña informativa existente en la red (que extenderé a familiares, amigos, páginas web, por mail, y otros medios de comunicación) sobre la patética política de su empresa en cuanto a las bajas , cosa que espero haga recapacitar a futuros y presentes clientes. Y todo gracias a su simpatía y buen hacer.

Atentamente, y esperando agradecido una respuesta mientras actúo por otros medios, un servidor.
*********************************************************
AMPLIACIÓN: UN ESPECIALISTA DE LA ASOCIACIÓN DE INTERNAUTAS ACONSEJA SOBRE MI CASO EN CONCRETO (http://www.internautas.org/)

Puede Usted, si no lo ha hecho ya, presentar una reclamación
por escrito a este operador.
A continuación si no obtiene satisfacción en el plazo de un mes, las vías
son tres:
a) Presentar una denuncia en la Junta Arbitral de Consumo de su provincia,
la cual puede consultar en
http://www.consumo-inc.es/arbitraje/interior/ADHESION/FRAME/documentos/juntas.htm

b) Presentar una denuncia en el Ministerio de Ciencia y Tecnología
www.mcyt.es u organismo que lo sustituya.
c) Dirigirse a http://sitar.msc.es/
También puede presentar, sin sujeción a plazo, una
demanda civil en un Juzgado reclamando los
daños y perjuicios causados.

En cuanto a la cuota:
.- Si no paga y le incluyen en una lista de morosos debe Usted denunciarles
en la Agencia de
Protección de Datos de Carácter Personal (http://www.agpd.es/) ya
que estarían vulnerando sus derechos, al no poder ser considerado Ud.
moroso.
.- Si paga, la devolución del dinero se convierte en poco menos que
imposible.

Saludos

El libro especular

Vivimos tiempos (vaya usted a saber desde cuando) de manipulación política y mediática, con el control de la economía como objetivo y el odio como instrumento.

Perdido en este laberinto de paranoia, sin creer casí nada de lo que leo, oigo o veo, encuentro éste fragmento del Tao Te King al abrir el libro al azar:

"Quien intenta darle forma al mundo, modelarlo a su capricho difícilmente lo logrará
El mundo es un jarro sagrado que no se puede manipular ni retocar.
Quien trata de hacerlo, lo deforma.
Quien lo retiene, lo pierde.

Por eso el sabio no intenta modelarlo, luego no lo deforma.
No lo aferra, luego no lo pierde.
Hay quienes marchan adelante, hay quienes marchan atrás.
Hay quienes permanecen callados, hay quienes hablan.
Algunos son fuertes, otros débiles.
Algunos medran, otros perecen.
Luego el sabio rechaza el exceso, la extravagancia y la propia complacencia. "

Cada día estoy más convencido de que éste libro es un espejo mágico, cada vez que lo consultas te da las respuestas apropiadas. Sea cual sea el momento, sea cual sea el lugar. Y paso página:

"El que está en el camino del Tao, no refuerza el imperio de las armas.
Toda acción provoca reacciones.
Sólo zarpas y espinos nacen en el lugar donde acampan los ejércitos.
Después de la guerra, siguen años de hambre.
El buen general vence, y allí se queda.
No abusa de su poder, no se sobrestima.
Vence y no se jacta, vence porque es su deber.
Cuando las cosas alcanzan su extremo, comienzan a declinar.
Eso es oponerse al Tao.
Y lo que se opone al Tao camina rápidamente a su fin."

Pasé otra página más. Y con lo que leí, por ahora, no me hizo falta seguir leyendo.

Pregunta inquietante

Pregunta inquietante ¿Y si no fuera la torre de Pisa la que esta torcida y a punto de derrumbarse, sino el mundo?

Recuerdos

Recuerdos Recuerdo hace ya algunos años, cuando era más niño, cómo nuestro maestro nos hacía un curioso juego. Se trataba de poner a dos de nosotros en un círculo de tiza.

- Bien -decía- el juego consiste en hacer que vuestro compañero toque con alguna parte de su cuerpo la parte de fuera del círculo, incluyendo la línea, o bien que caiga al suelo dentro del círculo. Por cada vez que esto pase en los dos minutos que teneis de tiempo, daré un caramelo al que lo provoque.

Debo decir que aquellos caramelos estaban buenísimos, así que normalmente nos esforzabamos bastante a la vez que nos divertíamos. Nos sobraba la energía, eramos taaaan jovenes... Ahora ni tan solo aguantaría un minuto de forcejeo, pero por aquel entonces los dos minutos eran intensísimos en aquella especie de sumo modificado, mucho más apasionantes por lo que recuerdo que cualquier deporte profesional que hoy día se pueda ver por la televisión o en directo. Era la magia del viernes, los contendientes reían y sudaban mientras el público gritaba y animaba a unos y otros, tanto chicos como chicas; en ese lugar no habían categorías de peso ni distinciones por sexo, y la malicia, la competitividad y la envidia estaban relegadas a un segundo plano ¡Era viernes! ¿Qué más daba ganar o perder? Es más, todos salíamos ganando.

Recuerdo con nostalgia aquel tiempo, aquella mágica edad de la inocencia. Recuerdo como en la mayoría de las contiendas sólo se ganaban uno o dos caramelos como mucho. Y pienso que eramos un poco tontos, podríamos haber ganado montones de caramelos poniéndonos de acuerdo y dejándonos ganar alternativamente, pisando fuera y dentro, buscando la trampa en las leyes del maestro que siempre reía. Aunque en realidad, no pienso que fueramos en absoluto tontos, porque lo pienso con una sonrisa en la cara.

Estoy seguro de que aquel maestro que sonreía mientras jugábamos me entendería. Perfectamente.

Animalicos...

Animalicos... Hace algún tiempo que veo en el trasero de muchos coches siluetas de animales. Empezaron los toros, luego empece a ver gatos en la misma pose que el consabido toro de Osborne. Ahora en ocasiones veo asnos, pero cada vez más.

Claro, la primera vez que lo ves ni te lo planteas, pero tras ir detrás de mil coches con sendos animalitos silueteados en su trasero acabas preguntándote ¿y esto pa' que sirve? Supuse que estando en la zona del mundo en la que estoy, algo tendría que ver con politiqueos. Y al parecer , según la gente que conozco así es. Exaltación zoologico-patriótica. Que si el toro como símbolo de hispanidad y el gato (CAT ---> cataluña) y el asno como paladines de la causa catalana o vaya usted a saber que mandangas... algo así me han comentado.

Todo esto para un apátrida como yo no deja de resultar gracioso, pero aún hay más. Hoy he visto en tres coches consecutivos un nuevo icono: el pollino en cuestión montando (enculando, quiero decir) al torito bravo. Más tarde he visto en una imprenta el mismo logo en la puerta con la leyenda "¡aquí lo tenemos!". ¿Qué será lo siguiente? ¿un toro corneando al burrito feliz? ¿dos conductores bajandose de los coches (uno con un toro y el otro con un burro) después de un pequeño percance y gritándose "Eso ha sido por culpa de tu toro" "mi toro mola más que tu burroooooo"?

Por ello, y por lo que aún ha de llegar, deduzco que cada uno pone el animal con el que se identifica: los cornudos el toro, los burros el asno, y así. Sería divertido ver a alguien con los trotamúsicos silueteados en fila. Mmmmmmmmm... yo de animal totémico escogería quizá un pato; soy muy patoso, pero además los patos son fascinantes. ¿Habeís visto alguna vez a un pato siendo atacado por algún animal? Yo tampoco, en ningún documental. Y eso es porque el reino animal los respeta, no quiero ni pensar en qué pasaría con un pato cabreado (y si no recordad a pato WC).

No, me quedaría con Gizmo silueteado. Al fin y al cabo, también es peligroso darme de comer a partir de la medianoche...

Vaya cara...

Me comentan mis compañeras de trabajo que les encanta la cara que pongo cuando peso a algún bebé. Según ellas es una cara de "setevaacaerlababaencualquiermomentoconsonrisillademediolao".

La verdad es que no me la he visto, pero imagino que debe ser la misma que pongo cuando recuerdo cosas de cuando era pequeño. Sean buenas o malas, siempre me sorprendo recordándolas con una sonrisa, la sonrisa de lo perdido. Supongo que a todos nos pasa igual.

Me pregunto si cuando sea muyyy mayor (si llego a tan mayor, claro) sonreiré mirando cada rostro como si estuviera viendo el mio propio en el túnel del tiempo.

¿Qué hago yo aquí?

Me preguntaba el otro día una amiga que encontró este rincón por casualidad y que me reconocío (parece que yo no serviría para super héroe enmascarado) sobre por qué escribo aquí. Buena pregunta, no supe qué contestar. Hoy lo intento.

Pese a toda la parafernalia, este sitio no deja de ser una especie de álbum de momentos especiales y memorables para mí, junto con alguna opinión en segundo plano y algún intento de escribir por escribir. A veces todo a la vez, a veces nada de eso. ¿Cuál es el objeto? Me parece que no lo hay, pero ¿de veras lo necesita? Casi todo lo que hacemos en la vida lo hacemos sin saber bien por qué, y el tiempo va dando una especie de utilidad, por llamarlo de alguna manera, a las cosas. Debe haber alguna razón para que yo esté haciendo esto en este momento, pero si la hay se me escapa. Obviamente escribir por escribir y dar tu opinión no necesita razones, probablemente archivar retazos de tu vida tampoco. Pero, ¿y si la hubiera, a pesar de todo?

Quizá sea amor al arte, aunque un servidor no tenga mucho arte.

Quizá solo sea ego. Si es así, tarde o temprano me daré cuenta y abandonaré este mundillo... o no :p

Quizá algo en mi interior intuye que, entre todo este mar ególatra de palabras, en algún momento, en algún lugar, un lector hipotético (que tranquilamente puedo ser yo mismo en un futuro, de hecho es lo más probable) puede encontrar algo que conecte (¡zas! ese tipo de conexión) con su realidad. Un solo segundo de esa magia que en alguna ocasión he encontrado en algún libro, en algún escrito, en alguna canción, en alguno de esos momentos-especiales-y-memorables, etc. vale más que todas las letras que pueda juntar a duras penas en estos bytes que algún día se llevará algún viento informático. Y por supuesto vale muchísimo más que todo el ego que deposito aquí, palabra a palabra.

Quizá sea otra cosa.

Personalmente, prefiero quedarme con el escribir por escribir, por amor al arte, junto con la penúltima opción. Y es que a veces el fin justifica los medios, como en aquel cuento del monje avaricioso. Pero eso es otra historia.